QUIROMASAJE
¿Qué quiere decir?
Quiromasaje significa literalmente masaje con las manos y se utiliza esta palabra para diferenciarla del masaje hecho con la aplicación de aparatos electromecánicos.
¿Qué es?
El quiromasaje es un conjunto de movimientos realizados con las manos en contacto con el cuerpo del paciente, en una combinación de técnica y sensibilidad. Estos movimientos son de varios tipos: amasamientos, percusiones, fricciones, vaciados venosos, palmadas, pellizcos, bombeos, sacudidas vertebrales, roces, rodamientos, estiramientos miotensivos, movilizaciones, etc. Con la velocidad y profundidad adecuadas, por un lado se da tiempo al tejido del cuerpo para que note nuestras manos, y al mismo tiempo permite que las manos detecten la textura y los cambios del tejido.
¿Para qué sirve?
Estas técnicas y movimientos pueden ser usados con diferentes fines, ya sea para relajarse, para sacar contracturas, para mejorar lesiones o bien para rehabilitación funcional. Según la finalidad, elegiremos un tipo de intensidad de masaje.
¿Cuándo se aplica?
Aunque como es lógico en los casos de necesidad resulta imprescindible el uso del masaje, la utilización preventiva del masaje ofrece un incremento importante en el bienestar y la calidad de vida.
Dentro de los efectos mecánicos se pueden distinguir dos tipos:
- Efecto local, que es el que se produce en una zona dolorida o tratada.
- Efecto reflejo, que es el que se produce en una zona distante a la tratada. Por ejemplo, en actuar en las vértebras lumbares se producen efectos en la zona intestinal y puede ser de ayuda en el caso de estreñimiento.
Además de los efectos sobre la masa muscular, los masajes actúan también, de manera beneficiosa, sobre:
- La circulación sanguínea
- La circulación linfática
- El sistema nervioso
- El tejido muscular
- El tejido adiposo
- El tejido óseo
- Los órganos
- La piel
- lLa mente
Aumenta el flujo sanguíneo en la zona tratada y las relacionadas con ella, favoreciendo asimismo el retorno venoso al corazón. No debemos olvidar que con el masaje se ayudará también a hacer que la sangre distribuya con mayor facilidad el oxígeno hacia aquellos órganos o tejidos que lo precisen, consiguiendo una mejor regeneración de estos.
Facilita al mismo tiempo la liberación de histaminas, endorfinas, etc. Los efectos del masaje se hacen también notorios en la circulación arterial y venosa: puede resultar estimulante en actuar sobre los nervios motores, o relajante y sedante al actuar sobre los nervios sensitivos.
Mediante el aumento de la vascularización que consigue el masaje, los tejidos reciben los nutrientes que necesitan y también al mismo tiempo ayuda a la eliminación de toxinas y productos de desecho. Con el masaje se evitan también las contracturas producidas por la falta de riego sanguíneo adecuado.
Cuando el masaje se acompaña de una adecuada dieta y / o ejercicio, ayuda a reabsorber con más facilidad los depósitos de grasa localizada.
Aunque el masaje no actúa directamente sobre el mismo hueso, al ser el tejido óseo un elemento vivo en constante renovación, la activación de la circulación sanguínea acelera los procesos de regeneración y mejora de los huesos, como por ejemplo en casos de fracturas.
Los órganos huecos, como el estómago o los intestinos, son los más beneficiados por los efectos del masaje, ya que por su estructura poseen fibras musculares. En el resto de órganos no vacío actuará de manera refleja.
El masaje libera la piel de deshechos y de células muertas que se puedan encontrar en forma de escamas. Al estimular la circulación de fluidos como sangre y linfa, activa la nutrición y multiplicación celular, contribuyendo sin lugar a dudas a retrasar el envejecimiento de la piel.